La historia de Egipto atravesó muchísimas etapas. Ya en el 2000 a.C. era un gran imperio. Creó el calendario gregoriano y desarrolló la astronomía y la medicina. Muchos conceptos siguen vigentes hasta hoy.

Entra aquí para conocer la historia del Antiguo Egipto. A continuación me centraré en la historia egipcia a partir de la llegada del islam.

La llegada del islam y su huella en la historia egipcia

El ejército bizantino formado por 30.000 hombres no resistió al ejército invasor árabe comandado por el general Amr, que invadió y ocupó Alejandría en el año 642.

Amr fundó la ciudad de Fustat, en lo que hoy es llamado el Viejo Cairo. Rodeó la ciudad de murallas y edificó la primera mezquita.

Durante los siguientes siglos, Egipto estuvo regido por los gobernadores que elegía el califa, máxima autoridad de la comunidad musulmana.

Los tuluníes

En el año 832, el califa abbasí Al Maamun visitó Egipto y confió el control del territorio a un importante general kurasaniano (actual Afganistán), llamado Abd Allah Ibn Tahir.

Su gobernador fue Ahmad Ibn Tulun, que convirtió Egipto en una provincia autónoma, ligada a los abbasíes solo por el pago anual de un pequeño tributo. Además, fundó la dinastía de los tuluníes (872-905) y una nueva ciudad, Al Qatai, ubicada al norte de Fustat.

En el 905, el califa de Bagdad envió sus tropas a Egipto y arrasó Al Qatai. Desde entonces, Bagdad administró el territorio.

Los fatimíes

En el 935 Egipto pasó a manos del rey turco Mohammad Ibn Turkdkh, que asumió el sobrenombre real iraní de Ikhsid. Con él comenzó la dinastía Ikhsidí.

Lo sucedió un eunuco abisinio conocido como Kafur, que contuvo a los fatimíes (procedentes de África del Norte) hasta su muerte. Los fatimíes, sin embargo, en el 969 conquistaron Egipto. Establecieron una dinastía que se vanagloriaba de descender del Profeta por parte de su hija Fátima y se presentaba como guía religioso infalible.

Los fatimíes promovieron una nueva ciudad administrativa a la que llamaron Al Qahira (El Cairo). Allí fundaron la primera universidad del mundo, Al Azhar, por lo que El Cairo se convirtió en un gran centro intelectual.

Durante dos siglos gobernó la dinastía fatimí, hasta que a principios del siglo XI cayó en manos de jefes militares que se hacían llamar visires.

Los ayyubíes

Salah al Din Ayyub, hijo de un emir kurdo, más conocido en los textos cristianos como Saladino, fue enviado a Egipto en el año 1171 por el sultán de Bagdad.

Saladino fue el último de los visires. Derrotó al ejército fatimí e instauró la dinastía ayyubí. Volvió a darle predominancia al sunismo (una rama del islam) y en 1176 colocó la primera piedra de la Ciudadela, en el monte Moqqatam.

Tras su muerte (1193), las tropas mamelucas, antiguos esclavos convertidos en mercenarios, protagonizaron un golpe de Estado en el que asesinaron al último sultán ayubbí en mayo de 1250 y fundaron, a partir de 1254, lo que sería la dinastía mameluca.

La dinastía mameluca

La dinastía mameluca, con El Cairo como capital y la Ciudadela como sede administrativa, mantuvo largo tiempo su posición de potencia islámica, así como la de importante centro de enseñanza y literatura sunní.  El Cairo conoció entonces la época más brillante de su historia medieval.

Tras la muerte del último gran sultán mameluco en 1341, el país comenzó una etapa de decadencia. Sus descendientes dejaron el poder real en manos de los emires.

El Cairo otomano

Debido a los continuos combates con los ejércitos mongoles y tártaros, el sultanato mameluco no pudo aguantar la embestida de las tropas turcas otomanas, que dominaron Egipto desde 1517 hasta finales del siglo XVII.

Los turcos otomanos se valieron de cañones; sus soldados (los jenízaros) empleaban mosquetes. Bajo la nueva dominación Egipto de ser el centro del imperio y El Cairo aceptó su papel de capital provincial. Gran parte de las riquezas del país llenaron las arcas de Estambul y con ello los tesoros del sultán.

Pero los otomanos no terminaron con los mamelucos sino que los utilizaron en su administración. A mediados del siglo XVII, los emires mamelucos, o beys, restablecieron su supremacía. Derrotaron a los otomanos en Siria y dominaron Egipto hasta 1798.

En ese año, 1798, el general Napoleón Bonaparte desembarcó en Alejandría y poco después venció al ejército mameluco en la famosa «Batalla de las Pirámides».

La invasión de Napoleón fue demasiado corta como para poder dejar huella, pero contribuyó a dar a conocer en Europa el interés por Egipto. Los eruditos que acompañaban la expedición francesa provocaron el nacimiento de una nueva ciencia: la egiptología. De ella nace una disciplina apasionante: el estudio de los jeroglíficos.

 En 1801 los franceses tuvieron que abandonar el país ante la llegada de tropas británico-otomanas.

Durante los siguientes años, las luchas entre mamelucos y otomanos por el dominio arruinó el país, hasta que Mohammad Ali, general otomano de origen albanés, tomó el poder con la ayuda de la población local. En 1805, el sultán otomano lo nombró gobernador de Egipto.

La historia de Egipto desde Mohammad Ali hasta la independencia

Egipto, totalmente islamizado y arabizado, acogió al albanés Mohammad Ali, que introdujo una política totalmente diferente a la mameluca y adquirió centenares de hectáreas de terreno como propiedad privada.

Su sucesor fue su nieto Abbas (1848), quien eliminó a todos los consejeros de su abuelo y paralizó todas las grandes obras. Fue estrangulado y sustituido en 1854 por su primo Said, último hijo de Mohammad Ali.

Durante sus nueve años de reinado, Said restauró la administración territorial, suprimió la propiedad del Estado y abolió los intereses personales. En el mismo año que asumió, 1854, concedió a Ferdinand de Lesseps el permiso para la construcción del canal de Suez.

El canal de Suez se inauguró el 17 de noviembre de 1869. Pero Gran Bretaña tenía intereses económicos y no estaba dispuesta a verse desplazada. A lo largo de treinta años consiguió apropiarse de la administración y del ejército del gobierno egipcio.

El 17 de diciembre de 1914, Londres destituyó al Jedive Abbas Hilmi, sustituyéndolo por su tío, Hussein Kamal.

A partir de 1918, Egipto empezó a reclamar su independencia. Durante 1919-22, el país del Nilo fue lugar de grandes disturbios: motines, huelgas e incluso atentados contra las autoridades de alto rango.

Para apaciguar, los ingleses desterraron a los cabecillas nacionalistas, encabezados por Saad Zaghlul y sus colaboradores.

Pero los conflictos continuaron, y el 28 de febrero de 1922, Lloyd George dio por terminado el protectorado inglés. Egipto conseguía su independencia parcial con cuatro condiciones: la ocupación del canal de Suez, la defensa del país, los asuntos del Sudán y la protección de las minorías, quedaban a cargo de Gran Bretaña.

Hasta 1945, Egipto siguió pidiendo la retirada del ejército inglés de la zona del canal y la restitución del Sudán. Por su parte, Inglaterra aseguró evacuar El Cairo y Alejandría antes del 31 de marzo de 1947 y retirar las tropas del canal antes del 1 de septiembre de 1949.

La necesidad de Egipto era inmediata. Lo tomó como una negativa. Creó comandos para combatir a las tropas inglesas instaladas en el país. El 25 de enero de 1952, 250 guardias egipcios fueron detenidos por 2000 soldados británicos en el cuartel de Ismaeliya. Tras recibir la orden de resistir, cincuenta murieron y un centenar resultaron heridos.

Un día después, el 26 de enero de 1952, El Cairo amaneció en llamas. Un pueblo encolerizado incendió la capital centrándose en los barrios residenciales y en las propiedades británicas.

La noche del 22 al 23 de julio fue crucial para Egipto. Un grupo de oficiales, pertenecientes a la Asociación de Oficiales Libres (fundada por Gamal Abd El Nasser hacía unos cuantos años) y encabezados por el mayor general de origen sudanés, Mohammad Bey, se hicieron con el poder. Exigieron a Faruq su dimisión y Fuad II se proclamó rey de Egipto y Sudán.

El poder fue reemplazado por una dictadura militar. El 18 de junio de 1953 se declaró el sistema republicano, pero al mismo tiempo se suprimieron los partidos políticos.

Los principales sucesos históricos desde de la independencia egipcia hasta la guerra con Israel

El 19 de octubre de 1954 se firmó el tratado con Gran Bretaña para el desalojo de las tropas inglesas del canal en un período de 20 meses y se decretó la independencia de Sudán.

El 23 de junio de 1956 los egipcios aprobaron la nueva constitución (presentada por Nasser) y eligieron a Gamal Abd El Nasser presidente de la República.

Entre los días 19 y 20 de julio de 1956, Estados Unidos y Gran Bretaña retiraron su financiamiento para la construcción de la presa de Asuán. Unos pocos días después, en el transcurso de un mitin en Alejandría, Nasser anunció la nacionalización del canal con el fin de obtener los intereses suficientes para la construcción de la presa de Asuán.

Seguidamente, el 16 de agosto, se celebró en Londres una conferencia propuesta por Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos para discutir el proyecto egipcio respecto a la nacionalización del canal de Suez.

El 11 de septiembre, ya concluido el fracaso de la conferencia de agosto con Nasser, Gran Bretaña y Francia acordaron aplicar sanciones económicas a Egipto para que adoptara el control internacional del canal. Ese mismo día, Estados Unidos se opuso a la fuerza. Haciendo uso de un plan preestablecido por parte de Francia, Gran Bretaña e Israel, atacó el 29 de octubre, de improviso, la zona del canal.

La ONU, ante la amenaza de la U.R.S.S de introducirse en la acción bélica, logró un alto el fuego entre los días 2 y 4 de noviembre de 1956. El 22 de diciembre fueron retiradas las tropas de Gran Bretaña y Francia (Israel lo hizo el 22 de enero de 1957, excepto en la zona de Gaza y Aqaba), y Egipto pudo celebrar la nacionalización del canal el 23 de diciembre de 1956, al que se conoció como día de la victoria.

Una burguesía industrial fue el aliciente para que el 1 de febrero de 1958 se proclamara la R.A.U., la República Árabe Unida, que articulaba a los países de Siria y Egipto. Un referéndum organizado simultáneamente en los dos países elegía a Gamal Abd El Nasser como presidente del nuevo Estado.

Pero esta empresa estuvo mal preparada, se ignoraba la situación específica de cada uno de los dos países, y el 28 de septiembre de 1961 se produjo un golpe de Estado en Siria que puso fin a la unión.

La historia egipcia contemporánea

Egipto obtiene de la ONU, el 18 de mayo de 1967, la orden de retirada total de las tropas establecidas desde 1956 en el canal de Suez. Dos días después, el gobierno egipcio hizo saber que el golfo de Aqaba se cerraba al tránsito marítimo de Israel, apoderándose de la única ganancia israelí como consecuencia de la guerra de Suez.

Quince días más tarde, el 5 de junio de 1967, Israel atacó y destruyó en tierra la mayor parte de la aviación egipcia. Las fuerzas acorazadas penetraron victoriosamente en la península del Sinaí y ocuparon el 8 de junio el canal de Suez y la base de Sharm el-Sheij.

Nasser, ese mismo día, 8 de junio, recurrió a la ONU para que estableciese un alto el fuego, que fue aceptado por Israel. Este se produjo el 10 de junio, terminando así la llamada Guerra de los seis días, que se saldó con una pérdida, por parte de Egipto, de 10.000 hombres y 15.000 prisioneros, de los cuales 5000 eran oficiales.

Al día siguiente, 9 de junio, Nasser presentó su dimisión, la cual fue rechazada por la Asamblea Nacional. Poco después le concedieron plenos poderes.

Nasser murió el 28 de septiembre de 1970 de un ataque cardíaco. Su sucesor fue Anuar Al Sadat, tal y como lo eligió la Unión Socialista Árabe con la aprobación de la Asamblea Nacional.

El 6 de octubre de 1973, día del ayuno judío del Yom Kippur, Egipto atacó de improviso a Israel y ocupó el lado este del canal de Suez.

Seguidamente Estados Unidos presionó a Israel para que aceptara un alto el fuego.

La reconversión capitalista de la economía y los grandes gastos militares fueron origen de numerosos movimientos antigubernamentales durante 1974-75 y 1977, año en que hubo 74 muertos, 800 heridos y miles de detenciones.

En tanto, el 26 de marzo de 1979 se firmó en Washington el tratado de Paz de Camp David entre Egipto e Israel.

Fayda Kamel, diputada del Parlamento, propuso a principios de 1980 que se nombrara a Anuar Al Sadat presidente vitalicio de la República. El referéndum dio como resultado su permanencia indefinida en el mandato.

Pero Al Sadat fue asesinado el 6 de octubre de 1981, durante el desfile militar celebrado en el barrio de Medinet Nasr de El Cairo, en memoria de la victoria de la guerra de 1973 contra Israel. El atentado fue protagonizado por miembros extremistas pertenecientes a la Asociación de Hermanos Musulmanes.

Al año de lo ocurrido, se eligió presidente de la República a Mohammad Hosni Mubarak, jefe de las fuerzas aéreas en 1972 y gran protagonista en los preparativos de la guerra de 1973.

En 1982, Egipto recuperó el resto de los territorios ocupados por Israel en el Sinaí, exceptuando la franja de Gaza.

Tras la invasión del Emirato de Kuwait el 2 de agosto de 1990 por parte de Iraq, los doce jefes de Estado de la Liga Árabe se reunieron en El Cairo. Decidieron enviar fuerzas a la zona para contribuir con las tropas aliadas a la defensa de Arabia Saudí.

Egipto envió 448.000 soldados y un gran número de armamento bélico.

El 12 de octubre de 1992, un terremoto azotó los barrios más pobres de El Cairo, con un balance total de 552 muertos y más de mil heridos.

Durante los últimos meses de ese mismo año y primeros meses de 1993, Egipto padeció una grave crisis de terrorismo protagonizada por los integristas musulmanes pertenecientes a la Asociación de Hermanos Musulmanes. El foco de conflicto fue la zona de Egipto Medio. Conoce cómo es a día de hoy la seguridad en Egipto.